En Aretxabaleta, encantador rincón del País Vasco, nuestra empresa de instalación de ventanas se enfrentó a un desafío singular: la renovación de un mirador en un piso que requería una atención especial. A pesar de que nuestra experiencia abarca una amplia gama de proyectos, y hemos realizado a lo largo de los años muchos trabajos similares, este tipo de renovaciones siempre requieren un mimo y trabajo especial.
El mirador, que originalmente era de madera, había resistido el paso del tiempo, pero mostraba signos evidentes de desgaste:
Los propietarios de la vivienda deseaban no solo restaurar su funcionalidad sino también mejorar sus características acústicas y térmicas. Nuestra empresa se embarcó en este proyecto con el compromiso de cumplir con estas expectativas y mantener el encanto del diseño antiguo.
El proceso de renovación comenzó con una meticulosa preparación en nuestras instalaciones. Aquí, desmontamos cuidadosamente el mirador de madera existente, asegurándonos de preservar las piezas que pudieran ser restauradas. Este enfoque meticuloso permitió que el proyecto conservara la esencia de la estructura original, a la vez que garantizaba la seguridad y la durabilidad.
Para la sustitución, optamos por un material de última generación: el PVC. Este material ofrece propiedades acústicas y térmicas excepcionales, lo que significa que los propietarios disfrutarán de un ambiente interior más confortable y silencioso. Además, incorporamos ventanas oscilobatientes que brindan versatilidad en la ventilación y facilitan el mantenimiento.
Una vez que el nuevo mirador de PVC y las ventanas oscilobatientes se prepararon, llegó el momento de la instalación en el piso de Aretxabaleta. Durante este proceso, nuestra atención al detalle se mantuvo firme. Cada pieza se ensambló con precisión, garantizando que el mirador se ajustara perfectamente a su ubicación.
El aspecto estético también era fundamental. A pesar de la modernización del material, nos esforzamos por preservar la apariencia y el diseño del mirador original. Esto implicó un trabajo cuidadoso de restauración y saneamiento en toda la estructura, manteniendo su encanto y carácter únicos.
El resultado final fue un mirador renovado que honra la historia del edificio y, al mismo tiempo, ofrece un rendimiento excepcional en términos de eficiencia energética y comodidad. Los propietarios pueden disfrutar de la vista desde su mirador con ventanas oscilovatientes, sabiendo que han invertido en una solución de calidad que perdurará durante muchos años.
