Los años de construcción acelerada han llevado a limitar las calidades del acristalamiento en las ventanas. Ante el incremento del costo energético por perdidas de estanqueidad, origina que nos planteemos la inversión en productos de más calidad y longevidad. Como en estos miradores de Madrid, donde hemos sustituido por una carpintería de P.V.C., lacados por el exterior en el mismo tono obligado por la Comunidad, amortizando en poco tiempo la inversión inicial.