Muchas veces damos por descontadas ciertas cosas que vemos y utilizamos a diario, pero en ocasiones no nos damos cuenta que no hace tantos años no había móviles, internet, televisión a color … o muchos otros avances que han ido descubriéndose y utilizándose a lo largo de la historia. En este pequeño artículo queremos mostrar la historia de los cristales y vidrios* de las ventanas. Cómo hemos llegado a las actuales ventanas y cuál ha sido su evolución.
El proceso de fabricación del vidrio es antiguo, pero su utilización en las ventanas no fue de uso común hasta el siglo XVII . Anterior a esa fecha, las ventanas de la gente de clase media/alta estaban hechas de cuernos de animales que eran reblandecidos en agua durante 3 meses, aplastados y ensamblados en las ventanas permitiendo la entrada de algo de luz.
Una alternativa temprana al vidrio era como decimos el cuerno de animal aplastado, usado desde el siglo XIV. Los más pobres sin embargo, tenían que cubrir sus ventanas con un paño o un pergamino aceitoso para mantener el calor y dejar entrar algo de luz. Es por eso que las viejas casas tenían ventanas muy pequeñas.
En la época de Augusto, fundamentalmente durante los siglos I y II d. C., se empezaron a construir ventanas con una piedra mineral conocida actualmente como espejillo, el lapis specularis, un yeso traslúcido que era extraído de las minas de Segóbriga en Hispania (en la actual Cuenta).
Acoplándose en armazones, principalmente de madera aunque también se fabricaron de cerámica, que permitían ensamblar varias planchas con el fin de cubrir la superficie en función del tamaño de la ventana. Incluso se llegaron a construir invernaderos a base de unir placas de lapis specularis.
Los romanos fueron los primeros que utilizaron vidrio para las ventanas, pero de forma aislada y no generalizada a toda la población. Una tecnología que probablemente se originó en el Egipto romano, en Alejandría en el año 100 dC.Tenía mala calidad y era bastante opaco alrededor del siglo primero dC. Pero las antiguas ventanas aún eran muy diferentes a las de hoy.
Si avanzamos en el tiempo, llegamos los fabricantes de vidrio medievales, que utilizaron mejores hornos que los existentes durante el Imperio Romano. En el siglo XII, las vidrieras evolucionaron gracias a las catedrales europeas. La mayor parte del vidrio plano de los siglos XIII y XIV fue diseñado para ornamentación religiosa y fue fabricado en Francia.
En oriente sin embargo, las ventanas de papel eran económicas y ampliamente utilizadas en la antigua China, Corea y Japón.
En Inglaterra, el vidrio se hizo común en las ventanas de los hogares ordinarios sólo a partir del siglo XVII
Pero en la colonización americana, cuando ya en Inglaterra era común la industria del vidrio/cristal para ventanas, se utilizó la mica para las ventanas. Principalmente una de las variedades de mica, la Moscovita, dado que se encuentra en grandes láminas y puede por tanto usarse con facilidad para las ventanas de las casas. Además, la moscovita tiene como cualidad que es un gran aislante térmico.
Pero si se utilizó la mica en esa época no era por ser mejor que el vidrio, sino porque el traslado en barco del frágil vidrio resultaba muy caro.
Antes incluso que los colonizadores ingleses, también la mica estuvo en las ventanas americanas.
Esta ventana es la última que queda en Acona. Según cuenta la leyenda, los conquistadores españoles vieron el sol reflejado en la mica y pensaron que era oro.
Volviendo a la época de las vidrieras de las catedrales, en un primer momento su fabricación era muy cara y sólo se hicieron piezas pequeñas. Era un proceso laborioso, se soplaba la pieza hasta conseguir inflarla a modo de globo y luego éste era aplanado. El vidrio que se obtenía era apenas translúcido, lleno de burbujas y con ondulaciones. En esos comienzos se unían pequeños pedazos de vidrio en un enrejado de plomo y apenas unos pocos ricos podían pagarlos.
En Inglaterra, las ventanas de cristal se convirtieron en comunes para los hogares ordinarios sólo a principios del siglo XVII. Los ingleses habían descubierto que el óxido de plomo creaba un vidrio más grueso, pesado y duradero.
En cambio los franceses ya habían dominado un proceso diferente para hacer vidrio dos siglos antes, pero habían mantenido la tecnología en secreto (y los precios altos). Con su proceso podían crear piezas de vidrio más finas, más claras y más grandes, de hasta 2 metros de diámetro. Se utilizaba también el inflado para hacer cilindros que luego eran aplastados.
En el siglo XVIII, el vidrio se fue haciendo más popular, pero fabricarlo requería aún de mucho molido y pulido. Las máquinas de vapor hicieron la fabricación algo más sencilla, pero no fue hasta el siglo XIX que conseguimos vidrios y cristales de grandes dimensiones y de buena calidad.
En Alemania también se inventó una nueva forma de fabricar cristales más grandes. Pero todavía era bastante caro (no olvidemos el impuesto de ventana del que hablamos en su día) y utilizado sólo para las ventanas de las mejores habitaciones en las casas más grandes.
En el siglo XIX, las ventanas de las tiendas y las oficinas utilizaban vidrio plano y los centros de fabricación de vidrio del mundo se desplazaron a Estados Unidos. En este momento, la fabricación de vidrio había cambiado por completo. El vidrio de hoja plana se comenzó a fabricar pasando el vidrio entre dos rodillos sobre una mesa de acero. Las láminas se dejaban enfriar y se cortaron en los tamaños deseados.
Otro hito importante fue el vidrio laminado, cuyo invento data de 1903. La incorporación de una película de plástico delgada entre dos hojas de vidrio aumentó la seguridad de las ventanas y sobre todo de las ventanas más grandes. De este modo, podían ser fabricadas y acristaladas en una sola pieza.
Y así llegamos a la actualidad. En 2017 en Ventanas San Miguel contamos con la última tecnología en materiales y diseño de ventanas. ¡ Eso y 50 años de experiencia !