Nuestra jornada comienza en las primeras luces del día, cuando nos encontramos inmersos en la meticulosa organización de los diversos equipos de instaladores y el servicio de asistencia técnica. Cada miembro desempeña un papel fundamental, asegurándose de que todos los recursos estén coordinados de manera eficiente.
Los técnicos de montaje, dedicados y expertos en su labor, se afanan en preparar meticulosamente los remates y útiles necesarios para llevar a cabo las instalaciones con la máxima precisión. Cada detalle es crucial, y su minuciosidad garantiza un proceso fluido y eficaz en cada proyecto.
A medida que avanzamos a lo largo del día, los equipos de instalación se despliegan hacia los diferentes lugares donde se llevarán a cabo las intervenciones.
La jornada no concluye con la finalización de las instalaciones; regresamos a nuestras instalaciones para abordar otro aspecto crucial de nuestra responsabilidad ambiental. Veinte contenedores diferentes aguardan para recibir las antiguas ventanas que han sido sustituidas. Este proceso no solo refleja nuestro compromiso con la sostenibilidad, sino que también demuestra nuestra dedicación a cerrar el ciclo de vida de los materiales de manera responsable.
Así, con cada jornada laboral, no solo construimos y mejoramos hogares, sino que también cultivamos un compromiso con la eficiencia, la calidad y el respeto por nuestro entorno.